La pandemia de COVID-19 dio lugar a una transformación profunda del sistema financiero, afectando tanto la oferta como la demanda de crédito. A continuación, exploramos en detalle cómo este fenómeno global ha reconfigurado el mercado de préstamos en España y en el mundo.
Este análisis combina datos de organismos oficiales, tendencias tecnológicas y respuestas institucionales para ofrecer una visión completa y útil para empresas, autónomos y familias.
Durante la fase más aguda de la crisis sanitaria, se produjo una caída inicial de la demanda de préstamos personales. La incertidumbre laboral y la reducción de ingresos llevaron a consumidores a posponer planes de inversión y buscar fórmulas alternativas de financiación.
Sin embargo, a medida que avanzó la recuperación económica, la confianza repuntó y la demanda de crédito resurgió con fuerza, especialmente en dos frentes:
En 2020, el 70% de las empresas españolas manifestó necesidades extraordinarias de liquidez, lo que reflejó la urgencia de mantener el flujo de caja ante restricciones y parálisis sectoriales.
El impacto de la pandemia no fue homogéneo. Sectores como servicios, turismo y restauración concentraron el 24% del empleo asalariado y demandaron casi 90.000 millones de euros en liquidez.
Los préstamos avalados por ICO revelaron en marzo de 2025 una ratio de dudosos cercana al 9%, frente a tasas históricas inferiores al 5% antes de 2020. Asimismo, en septiembre de 2023, la tasa de impagos era del 2,89% para autónomos y pymes, y del 0,8% para grandes empresas, lo que indica un perfil de riesgo diferenciado.
Para ilustrar la magnitud de las líneas de avales en España, presentamos la siguiente tabla:
La crisis aceleró la digitalización acelerada del sector financiero. Plataformas P2P y fintech ganaron terreno al ofrecer:
Este avance ha contribuido a una democratización del crédito, beneficiando especialmente a autónomos y pymes que antes encontraban barreras en la banca tradicional.
La rápida activación de avales públicos y programas europeos resultó crucial para evitar el colapso del crédito. Next Generation EU destinó 140.000 millones de euros a España, de los cuales 60.000 millones llegaron como transferencias directas.
Estas medidas permitieron mantener activo el flujo de financiación y proteger la viabilidad de los negocios más vulnerables.
Las proyecciones apuntan a un mercado global de préstamos personales que crecerá desde 387.370 millones de dólares en 2024 hasta 1.094.770 millones en 2032, con un crecimiento anual compuesto del 14,29%.
Entre las tendencias clave para la próxima década destacan:
Para emprendedores, autónomos y familias, el desafío será adaptarse a un entorno financiero cada vez más tecnológico y regulado, aprovechando las nuevas oportunidades de financiación digital y gestionando el riesgo con mayor precisión.
En conclusión, el COVID-19 ha dejado enseñanzas fundamentales: la importancia de la flexibilidad, la solidez de las redes de apoyo institucional y el poder transformador de la tecnología. Comprender estos cambios es vital para navegar con éxito en el mercado de préstamos del siglo XXI.
Referencias