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El Dilema de las Tarjetas Corporativas: Gestionando los Gastos de Empresa

El Dilema de las Tarjetas Corporativas: Gestionando los Gastos de Empresa

01/11/2025
Robert Ruan
El Dilema de las Tarjetas Corporativas: Gestionando los Gastos de Empresa

En un mundo donde la agilidad en los procesos financieros marca la diferencia, las tarjetas corporativas surgen como un recurso clave. Sin embargo, su utilización genera retos que toda organización debe afrontar con estrategia y responsabilidad.

Contexto y cifras de uso

Durante el primer trimestre de 2025, las empresas en España registraron casi 100 millones de operaciones con tarjetas corporativas, un incremento del 12% respecto al último trimestre de 2023. Este auge refleja una transición acelerada hacia métodos digitales de pago y gestión financiero-contable.

El volumen de compras ascendió a 5.860 millones de euros en el periodo, superando en 100 millones el registro del trimestre anterior. Las grandes empresas de distribución concentraron el 22% de este gasto, seguido por el comercio minorista con un 20% y supermercados con 16,5%. Otras categorías relevantes incluyen gasolineras, restaurantes, viajes y entretenimiento.

Qué son y para qué sirven las tarjetas corporativas

Las tarjetas corporativas, ya sean de crédito, débito o prepago, están vinculadas directamente a la empresa y facilitan a los empleados asumir gastos profesionales sin desembolsos personales. Estas herramientas reemplazan los tradicionales reembolsos, acortan tiempos administrativos y aportan transparencia instantánea en cada transacción.

En España, predomina el uso de tarjetas de débito, con pagos cercanos a los 3.000 millones de euros, frente a los 2.800 millones en crédito. Esta preferencia obedece a la voluntad de evitar acumulación de deuda y mantener un control más estricto sobre los fondos disponibles.

Ventajas y riesgos

La adopción de estas tarjetas conlleva beneficios claros, pero también desafíos que requieren políticas sólidas y sistemas de supervisión permanentes.

  • Agilidad y control en gastos sin esperas de reembolso.
  • Escalabilidad para empresas en crecimiento, adaptando límites y roles.
  • Digitalización de procesos financieros mediante OCR y categorización automática.
  • Comodidad para los empleados, al no tener que adelantar dinero.

No obstante, existen dilemas que toda compañía debe gestionar para evitar sorpresas desagradables.

  • Posible uso indebido o fraudes internos sin supervisión.
  • Falta de visibilidad en tiempo real si se usan métodos tradicionales.
  • Riesgo de sobrepasar presupuestos sin alertas automáticas.

Herramientas y soluciones tecnológicas

El mercado ofrece múltiples plataformas diseñadas para controlar y optimizar estos gastos. Sistemas como Factorial, Pleo, Spendesk, Qonto, Payhawk y SesameHR han desarrollado funcionalidades específicas para cada necesidad.

Entre las capacidades más destacadas encontramos:

  • Monitorización en tiempo real de movimientos y categorización automática.
  • Digitalización de tickets con OCR y enlace directo a contabilidad.
  • Automatización de políticas de gasto, con límites personalizables por departamento o rol.

Adicionalmente, estas herramientas permiten el bloqueo inmediato de cajeros o la congelación de tarjetas ante irregularidades, alertas instantáneas de violaciones de política y dashboards centralizados para seguir el estado financiero con visibilidad global y detallada.

Tendencias en gestión de gastos corporativos

El futuro de la gestión de tarjetas corporativas se perfila hacia una mayor internacionalización y tecnología avanzada. Entre 2020 y 2025, las transacciones electrónicas crecerán un 82%, alcanzando 1.800.000 millones de operaciones. Esto impulsa el uso de tarjetas virtuales y aplicaciones móviles para pagos B2B.

Las compras contactless dominan más del 70% de las transacciones físicas. Las pymes elevan su presencia global, con un 50% ya activos en mercados internacionales y un 65% que planean expandirse. La inteligencia artificial se convierte en aliada para detectar patrones de fraude y optimizar auditorías.

Buenas prácticas y recomendaciones

Implementar una estrategia sólida es clave para aprovechar al máximo estas soluciones y minimizar riesgos.

  • Establecer límites claros por usuario y categoría de gasto.
  • Comunicar y formar empleados en políticas de uso con talleres prácticos.
  • Evitar tarjetas personales y centralizar toda transacción en corporativas.
  • Revisar informes semanalmente y configurar alertas automáticas.

La combinación de formación, políticas internas claras y tecnología avanzada genera un ecosistema financiero seguro y dinámico donde cada euro está bajo control.

Conclusión

El dilema de las tarjetas corporativas no radica en su utilidad, sino en cómo se gestionan. Contar con información actualizada, adoptar herramientas tecnológicas y aplicar buenas prácticas financieras esenciales permite transformar un posible riesgo en una ventaja competitiva.

En un entorno empresarial que exige rapidez y transparencia, diseñar un sistema de gestión de gastos robusto es fundamental para impulsar el crecimiento, fortalecer la confianza interna y mantener la salud financiera de la organización a largo plazo.

Robert Ruan

Sobre el Autor: Robert Ruan

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